La vida del Pirata es muy Sacrificada!!! Parte 2

Mientras escribía la parte uno de esta historia, me fui acordando de algo para contar que tuve entre medio de la relación con Sonia la mina de la inundación.
Mientras salía con Sonia, la madre de los compañeros de mis pibes, todo se hacia con mucha carpa, y sin que se notara nada. Entre tanto Marcela F. una morocha infernal cuerpo de modelo, que tenia los chicos en otro grado, mina joven de unos 28 años (calculo tendría) siempre me saludaba con mucha simpatía, hasta que un día la encaré y se dio.
Lo notable de esto fue que casi durante 2 meses, me cojí a las dos minas casi en simultaneo.
Una vez me tenia que encontrar con Marcela a las 3 de la tarde, y ese mismo día, tenia arreglado salir con Sonia después del medio día, obviamente no me quería perder a ninguna de las dos. Convencí a Sonia de encontrarnos en los bosques de Palermo, a la una en punto dejó el auto estacionado, se subió al mío, y al JJ.
Garching de rigor con toda la música, pitos, matracas, serpentina, globos, etc. Se hace la hora del turno, y me pide que tome otro, me quería morir, estaba por dejar clavada a Marcela. Le invente una reunión impostergable a Sonia, y con los minutos contados, salí a buscar a Marcela que me esperaba en Puente Saavedra, levanto a la morocha y encaro de nuevo para el JJ.
Tendrían que haber visto la cara del chabon de la portería, de entrada me pregunto si me había olvidado algo, (hacia menos de 15 minutos que había salido) por suerte la mina ni se dio por enterada, y cuando el ñato ve que es una morocha y ahí no mas había salido con una rubia, no entendía nada.
Me dio el Nº de habitación y al segundo tiempo.
Pero esto no es nada, esta es mas reciente, tiene solo 10 años, ya estaba casado por segunda vez, alquilaba un piso en Carlos Pellegrini casi Santa fe, donde tenia las oficinas, desde el 93 tenia mi propia empresa, y las cosas marchaban de maravilla.
En el ascensor me cruce un par de veces con una niña, que tendría para esos días unos 35 años, palabra va palabra viene, nos terminamos enganchando.
Trabajaba en una empresa que tenia las oficinas dos pisos mas abajo que la mía, Julia era casada, tenia un lomo infernal, y una carencia afectiva brutal, pegamos onda enseguida.
Los medio días salíamos a almorzar y dos veces por semana nos encamábamos en un telo que esta frente a los lagos de Palermo (Arco Baleno).
Seria una historia más de un pirata, si no fuera que en una de esas encamadas, cuando salgo de la bañera, me resbalo, caigo mal y me doy la cabeza contra el piso.
Lo que sigue me lo contaron porque cuando me desperté estaba en el hospital, me rompí la cabeza, me tuvieron que dar 5 puntos.
Pobre Julia, tuvo que avisar a la conserjería, se cago toda cuando me vio en el piso con la cuca ensangrentada, llamaron una ambulancia y me llevaron al hospital. Me querían dejar en observación, ahí si me quería morir, le dije a Julia que convenza, al medico para que me dejen salir bajo su responsabilidad y hacerme atender en una clínica de mi obra social. Después de varias idas y vueltas, me dieron el alta bajo responsabilidad mía, a todo esto eran las 5 de la tarde y Julia no había podido volver al trabajo, por suerte pudo zafar.
Yo con la cabeza vendada, como si me hubieran puesto un turbante y con un dolor que todavía recuerdo, me fui en un taxi al telo a buscar el auto, (no me cobraron).
Cuando llegué a mi casa mi jermu empezó con las preguntas de rigor, por suerte se me ocurrió decir que me había caído en la escribanía (que tenia los pisos de mármol y me había resbalado) como el escribano era amigo mío (y gatero) lo puse al tanto de todo antes de que arda Troya. ¿No es sacrificada la vida del Pirata?
A veces cuando le cuento a algún amigo sobre mis correrías, no lo pueden creer, y me dicen – a vos te pasan todas- y reflexiono, no me pasan todas, viví casi 45 años de mi vida corriendo detrás de las mujeres, me voltee a cuanta mina se me cruzo en el camino, debo confesar que algunas no me salieron del todo bien. ¿No?