viernes, 27 de mayo de 2011

Un Recuerdo

Permisooo!!!, ¡¿qué tal?!, un gusto señores. Si bien siempre los leo, nuncá "me largué" a escribir.
Como para empezar les cuento una XP de Vida ocurrida hace yá un tiempo.
Estaba yo aún (mediados de los ´90), soltero y "de manubrio suelto" y mis amigotes y sus respectivas parejas, empeñados en engancharme con alguien... Resulta entonces que en un reunión (un asado o algo así) que se hizo en mi casa (vivía solo en un terrible "casón"), llevan invitada a una minita que era vecina de uno de mis amigotes con la intención de ver si había onda conmigo. La damisela en cuestión, era una rubia de unos 28 /30 pirulos (muy bien llevados por cierto), divorciada, con un nene por entonces de unos 5 años, que vivía con sus viejos; buena delantera, buenísimas patas y un orto de aquellos. De cara, nada del otro mundo, pero aceptable. En síntesis, si bién no estaba para morir por ella, ameritaba un arrime (aclaro que en esa época andaba de buen ligue, en general, sin problemas económicos, auto, moto, dueño y soberano de mi tiempo, etc, mejor no sigo, a ver si me dan saudades ...).
Bueno, como les contaba, de entrada, y de puro corto nomás, no le dí mucha bola, pero sobre el final de la noche, miraditas y sonrisitas mediante, nos pusimos a charlar, y quedamos que nos veríamos días después. Al día siguiente, domingo, caigo en la cuenta que había estado hiper lenteja, por lo que (sin nada que perder) me mandé de una a su casa, le toco el portero eléctrico, y la mina entre sorprendida y alagada (según dijo) aceptó que esa noche misma saliéramos a tomar algo, como decíamos por entonces. Me comporté como un señorito inglés y al dejarla, sana y sin mácula alguna en su casa luego de un paseito por la ciudad, nos dimos algunos recataditos piquitos, TOING!!, el chivo estaba en el lazo!!. A lo largo de esa semana y por motivos laborales, no pudimos vernos pero me empezó a llamar unas 4 o 5 cinco veces... ¡diarias! (DANGER!!); la rubia tenía un embale de aquellos. La cuestión es que llegamos así al fin de semana y más concretamente al sábado por la noche; la paso a buscar, cena en discreto y distinguido restó y luego la consabida invitación: ¿nos tomamos un café en casa? (de mi parte, claro). Llegamos, prendimos la chimenea (invierno en SJuan, un frío de puta madre!!) y ma que café ni café, derecho al matadero!!!. Bueno, lo único que empañó la noche fué que no se pudo quedar hasta el día siguiente ya que no quería tener quilombo con sus padres, con quienes tenía una relación muy dificil (Danger!!; again). Esa noche me pasó algo que nunca antes me había ocurrido (y nunca me volvió a ocurrir con ninguna otra mina, jamás). Promediando el segundo polvete, y mientras bombeábamos muy suavemente, me dice "¿no me querés hacer la colita?"... me volví loco!!. Hasta ese instante la mina no había demostrado ser muy hábil que digamos y hasta diría que era un tanto torpe en los artes amatorios, por ejemplo: en el momento de llevar a cabo un pete no era gran cosa, casi como que había que irla guiando, pero a la hora de entrarle por la colectora... mamita!!!, era como que enganchaba el turbo neneee!!!. A partir de ese momento, eran maratones, mas que polvos!.
Recuerdo una tarde que me vino a "visitar": Tocan el timbre, me fijo, ¡la rubia!... y con el hijo!!!. La turra no tenía paz, le puso los dibujitos en la tele al pendex y .. a los bifes (de terror.. mientras el chiquito veia tele a todo volumen en una habitación, en la de al lado yo le hacía el orto a la madre!!, me acuerdo y aún me cuesta creerlo). La cuestión es que seguimos así (matándomos, palo y palo) hasta que, como yo sabía que iba a pasar, me empecé a sentir como asfixiado, la mina era invasora, me llamaba a cualquier hora, se me instalaba en mi casa y lo peor es que empezó a agravarse su relación con sus viejos, por supuesto a causa de la alzadura que tenía la minufla; y pasó lo que se perfilaba. Me cansó y la largué. Un desastre!!. Llantos, ruegos recriminaciones (para colmo era una novelera de aquellas!).
El tiempo pasó, conocí a la que actualmente es mi amadísima, me casé, me fui de SJuan y... el año pasado, por esas boludeces que uno tiene, no sé qué me dió por llamarla. La hago corta: llamadita vá llamadita viene, en un mensaje, de una, la digo que tengo unas ganas terribles de cogerla (sí, así, a lo camionero), lae propuse que inventáramos un viaje cada uno por su lado y nos fuéramos un fin de semana a algún lugar discretito de trampa ... ¡¡Para qué!!, se puso como en llamas!; me confesó que se pajeaba mientras intercambiábamos mensajes!!!. Y saben qué??. Me cagué!. Si señores, me asusté, no me animé.
Puse en la balanza lo que tengo (afectivamente digo) y el riesgo que estaba por asumir y frente a lo que la mina estaba dispuesta a hacer con tal volver, me dije hasta aquí llego...
Me hice el boludo mal, quedé como un reverendo cagón, me borré de a poco y no la llamé más...
Reconozco que a veces cuando me acuerdo de ese orto (y cómo "calzaba"!!!), aún me estremezco y alguna vez le dediqué algun recuerdito mientras me mataba con mi cara mitad...De todos modos sé que no me equivoqué; los que me quieren (Y quiero, qué duda cabe) no son merecedores de semejante agachada por un simple polvo (ortero si se quiere pero polvo al fin)

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