viernes, 27 de mayo de 2011

No es lo que esperaba

Me tomo el subte de que va de Palermo a Pza de Mayo y en el andén, en la estación Carranza, me encuentro una veterana con todas las letras, una hembra de unos 45 a 48 años, que me dejó perplejo. Un lomo que envidiaría cualquier pendeja, vestida muy formal (como me gustan, con un vestido onda secretaria ejecutiva). La miré de arriba a abajo y ella se dio cuenta. No es la primera vez que cualquiera de nosotros lo hace con un monumento que cruzamos en la calle pero esta vez pasó algo distinto, algo que nunca me sucedió, o al menos en los últimos años: me mantuvo la mirada, no la cambió, incluso me entornó los ojos como felino y esbozó una sonrisa de esas que nos derriten.
¡PARA QUE! Yo creo que si algo me rozaba la piel, acababa de la calentura que me agarró, calentura que ya venia fogoneándose con la idea de ir a masticarme a algunas de la masajistas que habia agendado.
El tema para mi es complicado: no tengo la costumbre de andar de levante por las calles, no me considero un tipo horrible pero se claramente que no soy un tipo por el cual las mujeres humedecen las bombachas... Pero es evidente que esta hembra me daba pie... Mi tendencia pesimista pudo mas que yo; me dije a mi mismo: "Basta que me acerque un poco, apenas, para que me acuse de acosador o algo por el estilo". Punto, mejor me voy unos metros para la punta del andén y le doy la espalda. Llega el subte, abre la puerta y cuando encaro, ME ENCUENTRO QUE ESTA HEMBRA ME HABIA SEGUIDO A LA PUNTA DEL ANDEN! Yo estaba que volaba, pero me dije: ¡Tranquilo, che! ¿Cuantas minas se te acercan de casualidad por dia? Cientos... Esta es una mas..." Entramos al subte, yo me tiro para la derecha de la puerta viendo que ella se tiraba a la izquierda. Al minuto, la tenia al lado mio... A esta altura, creo que ya no puede ser tanta casualidad. La miro a los ojos: ojos marrones, lindos, pelo levemente ondulado, tez clara, una cara un tanto parecida a Ailen de BG pero mas veterana, bueno lomo, una mina fina, onda 95x60x95. El tema es que nos vamos rozando, yo la miro y ella me mira. En un momento dado me pregunta: "¿Esta linea tiene estacion en 9 de Julio?", esto con el mapa delante de nuestra narices... "Si, yo me bajo ahi (donde pienso tomarme algo para llevarte a un telo, hija de mil...!!!, pensaba)
No voy a hacerla larga, pero la mina parece que estrena separación, está en esos años en que una mujer separada sabe que está en lo mejor de la vida sexual, con toda la experiencia y con los últimos pétalos floridos antes de marchitarse definitivamente... ¿Por qué me enganchó a mi? Creo que fui, de puro ojete por primera vez en mi vida, el primer tipo que se le cruzó en su plan de salir a hacer un reviente... Del garche, solo puedo decir que fue muy bueno, mucha protección (ambos lo exigimos mutuamente), un buen pete de parte de ella, muchos besos y chupaditas y pasamos unas dos horas en un telo cerca Pza. Once, a donde hicimos la combinación...
Es la primera vez que me pasa en la vida, digo, asi, levantarme una buena hembra en la calle y tener que pagar solo el telo. Fue muy raro y aún no puedo reaccionar y pensar racionalmente como me sucedió...
Dudo que repita en el resto de mi vida una experiencia de este tipo. No hay dos en la vida para tipos normales y de los que abundan en esta ciudad, como yo...
Saludos y disculpen lo aburrido... aún estoy perplejo...

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