viernes, 27 de mayo de 2011

Historias de una masajista

Esta historia verídica comienza hace aproximadamente 6 años atrás. A través de un aviso en un diario (no recuerdo si Ambito ó La Nación), conocí uns masajista, con quien de entrada nos caímos muy bien. Es una de las que más reincidencias provocaron en mí.
La niña en cuestión era muy bonita, rubia, un poco robustita, nacida en Brasil y llegada a Buenos Aires un par de meses antes. La primera vez que la ví conversamos animadamente y hubo múltiples motivos de risa porque no hablaba nada de español, y si bien es parecido, algunos malentendidos pueden generarse. Había obviamente una camilla y me propinó excelentes masajes, como suele ser, primero fuertes y luego cada vez más suaves. En otro ambiente había una cama, pero la primera vez me relajé totalmente y no intenté nada al respecto.
La semana siguiente volví a visitarla, según dijo era el primer reincidente, cosa que la puso de muy buen humor. Esa vez sí terminamos en la cama, y noté un gran entusiasmo, más allá de lo profesional, por parte de ella. Mis visitas se hicieron habituales, y cada vez conversábamos más, contándonos cómo eran nuestras vidas. Con el tiempo supe que había dejado un par de hijitos en su país, al cuidado de su madre, y que había venido porque estaba muy enamorada del padre de las criaturas, que era un tipo casado… con otra mujer. Quería ser fuerte para romper esa relación. Cada 6 meses juntaba la platita y se iba a visitarlos. El tiempo iba pasando, incluso llegó a contratar alguna masajista para que trabajara con/para ella, y graciosamente siempre me “incitaba” a que las probara (después se hacía la celosa y me lo reprochaba, pero todo era en tono de broma).
Pasados un par de años, conocí a sus chiquitos durante un viaje que hicieron, y luego hasta vivieron con ella durante un año. Hermosos chicos, fueron a la escuela y aprendieron español rápidamente. Pero la abuela los extrañaba demasiado y terminaron regresando a su país, y los periódicos viajes de mi amiga para verlos.
A todo esto mis visitas comenzaban en la cama, y sólo a veces pasaban a la camilla, los dos disfrutábamos esos encuentros. Además Nené (vamos a usar este nombre), mechaba su actividad con ventas de productos a domicilio o en reuniones grupales, entre ambas cosas supongo que sobrevivía bien. Volvió a quedar sola, sin ayudantes, luego de un par de decepciones que conocí en detalle, típicas de estas profesiones, y que no vienen al caso.
Un día, despacito, comenzamos a distanciarnos, sin darnos cuenta, cada uno en sus cosas. Quizás todo se vuelve rutinario en la vida… Al principio menos visitas, después menos llamadas, hasta que comenzó a pasar un tiempo sin contactos.
Hace unos meses, luego de más o menos un año y medio sin contactos, recibí un llamado en mi celular. No nos reprochamos nada, pero como que estaba implícito en el aire… Me pidió que la visitara, seguía viviendo en el mismo departamento, aparentemente. Cuando la ví, seguía teniendo un hermoso rostro, pero calculo que a través de postres y pastas, unos 8 kilos más que antes… Me contó que los hijos seguían bien con la abuela, y que ella… se había casado…! (orgullosa me mostró también al anillo). No sé cómo fue, no quiero hacer esto tan largo tampoco, igual terminamos en la cama… creo que ella con más ganas que yo mismo. Le pregunté porqué esto, y ahí viene el asunto: - Me casé con un hombre 20 años mayor… Al principio había sexo, ahora hay excusas… necesitaba desesperadamente verte. No te pierdas…Mi matrimonio es una manera de trabajar menos, vivir acompañada y asegurar mi futuro, pero esperaba otra cosa…
Increíble, muchachos, nunca me pasó algo así, una verdadera XP de vida… con sus costados alegres al principio, y triste actualidad. Le ofrecí enviarle algunos amigos para masajes… casi me mata!!! (algún forista amigo conoce este tema).
- Yo te llamé a vos, y no es por trabajo precisamente… Necesitaba sexo, soy una persona normal, mujer al fin, no sólo una masajista!
Aún no regresé y no creo que lo haga… Por un lado no me atrae como antes, y por otra parte mi vida ya tiene suficientes balurdos. Pero quería compartir esta historia con Uds., a veces leo preguntas como… - Las mujeres son como nosotros??? O cosas similares. Aquí hay algo que se puede tomar como respuesta…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas Gracias por tus comentarios !