viernes, 27 de mayo de 2011

El profesex II En el laboratorio

Como lo prometido es deuda y las deudas se pagan, acá estamos de nuevo para continuar con la saga del Profesex.

Hace algunos años fui profesor de materias afines al Derecho en una escuela secundaria y esa es una cantera que proporciona materia prima de la mejor calidad y en general se combinan tres elementos que juntos son dinamita: carne fresca, poca experiencia y apuro por ser la primera que se come al profesor y como se imaginarán, uno de los secretos es tratar de que no sólo la elegida no cuente absolutamente a nadie su “aventura” sino que aparte crea que es la única digna de que nos juguemos el trabajo por tener algo con ella.
Había un curso en particular, 3º año, en el que cursaban un grupete de amigas una mas buena que la otra, en esa edad (imagínense) en que las futuras gorditas están a punto de explotar, vieron? Cuando están a punto como higos maduros? Bueno, en este grupo había un par así y algunas otras que estaban, deben estar y seguramente van a seguir estando espectaculares. Dentro de ese grupo estaba “Y” (pongamos sólo la inicial) 1.60, pelo corto tipo varón, ojos verdes gigantes que miraban con expresión sorprendida, cero pero cero tetas, y un culo……mamita, en realidad “Y” consistía en un culo de ojos verdes, culo que me encargué de relojear al primer día de actividades extracurriculares a contra turno en la cual se apareció a Ed. Fisica con calzas de Lycra rojas cuando yo estaba dando clases en otro curso y la vi e inmediatamente ajusté la mira prometiéndome que esa presa no se me escaparía.
Quiso el destino y las vueltas de la vida que al tantear el terreno, “Y” se revele mas interesada en un amigo mío que había retomado sus estudios después de un parate y cursaba 5º año en ese momento por lo cual, aparte de ser una situación rara el tener a un amigo de alumno en una escuela en la que yo era profesor, compartíamos la charla algunos recreos mientras nos deleitabamos con la vista.
Como no soy egoísta, hice el trabajo fino y le serví a mi amigo el caramelito en bandeja, cosa que aprovecha hasta que al tiempo se reconcilia con su novia, se van a vivir juntos y deja a “Y” totalmente despechada y con quien creen que fue a desahogar sus penas? Si adivinaron…con papito.
El tema era que no daba para hablar con ella en el recreo ó en la sala de profesores por que realmente estaba mal y si otro profe se preocupaba y llamaban a la directora y a su vez esta llamaba a los padres se me iba el asunto de las manos y era ese momento de debilidad ó quizás…nunca!!
Había en el edificio (debe haber todavía creo) dos laboratorios, uno de Física y otro de Química separados uno de otro por una Sala de Preparados, a la cual se accedía desde cada laboratorio por una puerta de manera tal que, para llegar a la bendita sala, había que abrir primero una puerta de uno de los laboratorios, atravesarlo totalmente y después recién abrir la puerta de la sala de preparados y lo mismo si entrabas por el otro, esta claro? De esta manera si estabas en “algo” dentro de la sala y escuchabas abrir la puerta del laboratorio de Física podías salir por el de Química y de ahí a la salvación y viceversa, eso si no estabas demasiado en pelotas pero al que le gusta el durazno…..
El tema es que a “Y” la llevé a esa sala, que a esta altura la podríamos llamar “de sacrificio”, para que me cuente sus pesares mas tranquila aprovechando una hora libre por ausencia de un profesor y una molesta hora “sándwich” que tenia yo, y tal cual era mi intención, no tardé demasiado tiempo en cambiarle el hombro que le presté para que se desahogue, por unos tímidos besos primero que se fueron transformando en mas apasionados a medida que “Y” se fue soltando, y entre refriegas varias llegó el momento esperado de darla vuelta y apoyarle ese culo monumental tan deseado, la muy hdp respondía a mis besos en sus orejas y cuello arqueando la espalda y refregándolo contra mi pija hasta que un poco producto de la adrenalina elevada a la enésima potencia de lo prohibido en un lugar prohibido con una nena de edad prohibida y otro poco por la vista de ese culo potente, me hizo acabar en seco dejando en el pantalón las secuelas de los pibes que pedían libertad, cosa que tuve que disimular manteniendo el saco abotonado. Cuando le dije a “Y” que no sea tan hdp, que no podía calentarme tanto en tan poco tiempo, sin dejar de refregarme los cachetes en mi bulto me miró con sonrisa picarona por arriba del hombro y siguió con su jueguito y ese fué el justo momento en que supe que la cosa iba a ir para largo.
Espero no haberme extendido demasiado y los dejo porque “Y” me está llamando ya que se despertó nuestro bebé y quiere que ponga la mamadera en el microondas mientras ella lo cambia.
Noooooooooooooo….se la creyeron? Casi casi ehh? Lindo final pero en realidad lo que sucedió es que seguimos matándonos con unos “cortitos” en la sala de sacrificio cuando se podía y no había moros en la costa que sospechasen algo por ver a un profesor de derecho saliendo de un laboratorio y en mi dpto. cada tanto, aún después de egresada y luego una vez pasado el tiempo ya casada. Hará unos dos años le perdí el rastro pero sé que si nos vemos la Química que tenemos (Fisico-Química en realidad ja ja) va a hacer lo suyo.

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